divendres, 12 de novembre del 2010

Relato surfero


Sonó el despertador; eran las 08:30h. de un frío día de enero. Anna se despertó de golpe y de un salto salió de la cama. Sin acabar de levantar la persiana de su cuarto y aun con los ojos pegados cogió una mochila vieja, con algún que otro agujero, metió una toalla y ropa interior, caminó hacia la puerta de la terraza quitándose las legañas la abrió y buff que frió; un escalofrío le recorrió todo el cuerpo; entonces cogió los escarpines, la capucha y el neopreno largo y pesado (pero que gracias a él puede aguantar unas dos horas en las frías aguas del Mediterraneo en Invierno), los metió dentro de una bolsa de plástico y a la mochila.
El día por suerte parecía bastante despejado; sólo unas pocas nubes y nada de viento.
Se vistió rápido con el bikini y una cuantas capas encima de ropa para aguantar el frío matutino. Luego desayuno, un vaso de leche con un poco de café y algo dulce, todo muy rápido ya que justo cuando se estaba acabando la leche, David, su chico le hizo la perdida, eso significaba que ya estaba abajo esperándola.
Rápido cogió la mochila, la tabla y su abrigo. Bajo corriendo, corriendo hasta el coche también le dio un beso a David y rumbo a la playa. Con las condiciones de oleaje de ese día la mejor opción era ir a la playa urbana de la Barceloneta.
Al llegar tuvieron suerte! Parking Gratis! Algo inusual en Barcelona. Fueron a ver el mar, almenos ya había 10 chicos dentro del agua.
Las condiciones eran buenas, Anna a su parecer lo encontró un poco grande pero ordenado y glassy sin nada de viento. A parte cada vez hacia más sol y David la acabo de animar para que se atreviera a entrar.
Volvieron al coche, sacaron los trajes; Anna aun lo tenía mojado del día anterior… Buff con el frío que hacia y el traje húmedo estuvo meditando unos minutos no sabía si meterse o no pero bueno ya que estaban allí, era pronto y parecía que no habría olas en días al final decidió que sí! Poco a poco se lo puso, luego los escarpines y ya para terminar la capucha.
Unos minutos más tarde, cambiados y delante el mar estiraron un poco, cada vez más cerca de la orilla; Anna con el ruido del mar y el frío no se aguantaba más tenía muchas ganas de hacer pis… Rápido le dijo a David! Entremos ya que no me aguanto!
Empezaron a entrar y a su vez el agua comenzó a penetrar hacia dentro de los trajes; suerte que el mar estaba en calma un, dos, un dos brazada tras brazada, uff cansaba un poco… hasta que de lejos vieron llegar la serie; Anna en su interior pensó no, espero que no me coja, aunque eso no le sirvió de nada, la ola rompió cerca suyo y ella intentó hacer un pato para pasarla por debajo pero la masa de agua rota tenia fuerza y la arrastro para atrás. Cuando consiguió recuperarse del revolcón cogió la tabla y otra vez para adelante recuperando el recorrido perdido, pero otra espuma le vino encima y esta vez paso de pato, soltó la tabla y se sumergió, por suerte esta vez no la arrastro tanto, cogió aire entonces y para adelante lo más rápido que pudo aunque cansada ya de los revolcones casi llegando al pico le vino otra ola pero esta vez si que consiguió pasarla bien!
Al llegar estaba muy cansada pero satisfecha por haber llegado al pico, reposo y estuvo mirando a los otros surfistas mientras pillaban olas; David la animo para que intentará coger alguna ola pero Anna las veía demasiado grandes para ella ya que solo llevaba practicando surf 2 años y poco no como David que con sus ocho años de experiencia le llevaba un poco de ventaja. Intento remar varias olas pero justo cuando las tenia y parecida que se iba a poner de pie se echaba para atrás, aterrada, con miedo, desde su perspectiva tumbada en la tabla todas las olas y las bajadas le parecían enormes! No!- le dijo a David. -Esta no! que parece que va a romper de golpe!
David intentaba calmarla, pero Anna estuvo así casi toda la mañana, estaba trabada, paralizada. Al cabo de una hora y media David le dijo que ya tendrían que ir marchando; entonces Anna le dijo que quería coger almenos alguna ola antes de marchar! Que con lo que le había costado entrar quería llevarse almenos otra sensación de la sesión! David la tranquilizó, le dijo que ella podía, que surfeaba bien pero solo tenia que perder el miedo a esas olas, eso si sin perder nunca el respeto al mar. Entonces ella se armó de valor y después de intentar coger dos olas a la tercera fue la vencida y consiguió ponerse rápido de pie y bajar la ola; cada vez con más velocidad y encarar la pared aguantando el equilibrio y yendo arriba y abajo ondeando sobre la ola; buff esos pocos segundos a Anna le parecieron una eternidad pero la llenaron de alegría y satisfacción. Al final había podido! Había surfeado una de esas olas que al principio la asustaban y veía tan inaccesibles. Salió del agua con una sonrisa de oreja a oreja. Y siguió así durante todo el día y es que el surf engancha y aunque a veces se pase un poco mal, todo eso se olvida cuando se coge una buena ola.

Anna Araus Serret

Relat i il·lustració realitzada durant el postgrau d'EINA al seminari de Jorge Zetner.

Relato e ilustración realizada durante el posgrado de EINA en el seminario de Jorge Zetner.

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